domingo, 7 de octubre de 2012

Una mirada hacia arriba

















Mirando hacia arriba me di cuenta de la diversidad de formas que pueden tener, esas cosas a lo que nosotros, los humanos, llamamos nubes. 
Las nubes son simplemente espectaculares, se ven esponjosas ahí en el cielo, no me importaría poder alcanzar alguna y dormir en ella, soñar desde arriba, ver todo desde allí, una perspectiva muy diferente que los humanos no podemos alcanzar sin utilizar ninguna máquina.
Me encantaría que el humano pudiera volar, porque volar es sinónimo de libertad, en mi opinión los pájaros son los seres vivos más libres a la hora de desplazarse, nosotros en cambio, dependemos muchas veces de un algo exterior, una máquina como puede ser una bicicleta o un coche; es una pena que los humanos estén olvidando que sus pies les pueden hacer libres.
Hay que tener imaginación, para ver la real libertad o la inventada, porque no existe una libertad absoluta, siempre estaremos sujetados a algo o alguien, suerte que me gusta inventar y pensar, como por ejemplo, que el cielo se volverá verde, pues como no paramos de contaminar nuestro inmenso océano azul, tomará ese sucio color, y ese color verdoso se reflejará ahí arriba, en las nubes.
Esto es una simple reflexión de mi pasión hacia lo inalcanzable por uno mismo, en este caso, de las nubes.